DE 2 A 5 VECES AL MES

1. En un contenedor de agua: Llena la el contenedor (Batea, balde o bañera) con agua caliente, a una temperatura que sea cómoda para ti.
2. Añadir las Sales: Disuelve entre 1 y 5 cucharadas de sales minerales en el agua, por cada litro de agua dependiendo del tamaño de tu contenedor y tus preferencias personales.
3. Remojar: Sumérgete en el baño durante 20-30 minutos, permitiendo que los minerales sean absorbidos a través de tu piel.
4. Relajarse: Aprovecha este tiempo para relajarte completamente. Puedes escuchar música suave, leer un libro o simplemente descansar.
5. Enjuagar: Después del baño, enjuágate con agua limpia y seca tu piel suavemente.

Por las mañanas y/o noches

1. Preparar el Recipiente: Llena con agua caliente (no demasiado) un recipiente adecuado.
2. Añadir las Sales: Disuelve 1/2 a 1 taza de sales minerales en el agua.
3. Remojarse: Siéntate en el recipiente asegurándote de que la zona perineal esté sumergida. Relájate durante 15-20 minutos.
4. Secarse: Levántate con cuidado y seca la zona suavemente con una toalla limpia.

Beneficios:

• Alivia el dolor y la inflamación.
• Promueve la cicatrización.
• Reduce el prurito.
• Mejora la circulación.

Por las mañanas y/o noches

1. Preparar los Recipientes:
   Llena un recipiente con agua caliente y el otro con agua fría.
   Añade 1/2 a 1 taza de sales minerales en cada recipiente y mezcla bien para disolverlas.
2. Baño en Agua Caliente:
   Sumérgete en el recipiente con agua caliente durante 3-4 minutos. Asegúrate de que la zona a tratar esté completamente sumergida.
3. Cambio a Agua Fría:
   Después del baño caliente, cambia rápidamente al recipiente con agua fría. Sumérgete durante 1-2 minutos.
4. Repetir el Proceso:
   Alterna entre los recipientes de agua caliente y fría. Repite el ciclo de 3-4 minutos en agua caliente y 1-2 minutos en agua fría. Completa al menos 3-4 ciclos.
5. Finalizar con Agua Fría:
   Termina el tratamiento con un baño en agua fría para cerrar los poros y tonificar la piel.
6. Secarse Cuidadosamente:
   Sécate con una toalla limpia y suave, evitando frotar la piel.

Mejora de la Circulación Sanguínea: La alternancia de temperaturas estimula la circulación y mejora el flujo sanguíneo.

Reducción de la Inflamación y el Dolor: Los cambios de temperatura junto con las sales minerales pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor muscular y articular.

Relajación Muscular: El agua caliente relaja los músculos, mientras que el agua fría reduce la inflamación.

Desintoxicación: Los baños de contraste ayudan a eliminar toxinas a través de los tejidos.